Enérgica reacción del Consejo Profesional de
Televisión de Argentores
Ante lo ocurrido en “Educando a Nina”.
Una actriz televisiva,
eludiendo el texto escrito por una autora y con el objetivo de buscar una frase
graciosa, yerra y comete un grosero hecho que atenta con la dignidad femenina.
El tema, como sabemos, tomó estado público, involucrando productores,
intérpretes y opinólogos varios. Argentores, a través de su Consejo Profesional
de Televisión, fijó su posición, lo mismo que su titular, a modo personal. Aquí
compartimos ambos textos:
“Hugo Moser, autor entre otros
éxitos de La Familia Falcon, Matrimonios y Algo más, Mi Chanta favorito,
Historia de un trepador, etc, tenía siempre a flor de labios una frase que
define claramente qué rumbo tomar ante la situación que se vive hoy en día,
donde un chiste inoportuno, grosero y que atenta contra la dignidad de todas
las mujeres fue emitido por un canal nacional como resultado de una “ocurrencia
genial” de directores y actores, ya que ese texto no estaba incluido en el
guión original escrito por los autores.
Decía Hugo que no permitía a los
actores de sus programas que alteraran el texto (cambiaran la letra, en la
jerga) porque quería ir preso por lo que él escribía y no por lo que otros
agregaban de su propia cosecha. Tenía toda la razón y la sigue teniendo.
¿Por qué motivo, en este caso,
una autora tiene que cargar sobre sus espaldas con un texto que no escribió
pero del que es legal y socialmente responsable? O ahora resulta que quien
defiende la integridad de su trabajo, su línea de pensamiento personal y su
dignidad como mujer, deslindando responsabilidades y declarando qué opina sobre
lo ocurrido y lo dicho, está exagerando o se ensaña cuando denuncia a los
verdaderos responsables.
Claudia Bono, cuyo único capital
en este medio es su nombre, quiere dejarlo a salvo de bajezas y groserías.
¿Está mal? ¿Debe callarse tal vez para respetar, corporativamente, una ley de
silencio más parecida a la mafia que a la decencia? ¿Tiene que bajar la cabeza
y no denunciar que constantemente se alteran los textos escritos con cualquier
excusa, minimizando el trabajo de los autores?
De ninguna manera.
Es verdad que una obra televisiva
es una suma de talentos en la que cada uno de los eslabones de la cadena productiva
aporta su creatividad, pero una cosa es aportar sumando y otra muy diferente es
suponer que el trabajo del autor puede ser modificado sin problemas ni aviso,
en aras de una supuesta interpretación y con resultados como el que es motivo
de todo este escándalo.
La ley 11723 consagra la
paternidad e identidad de la obra considerada en su totalidad y sanciona su
alteración. Por algo es. ¿O también de eso tenemos que olvidarnos?
Claudia, como el resto del equipo
autoral, es responsable ante cualquier infracción a la ley que se deslice en el
programa de su autoría. Ella, al ser solidariamente responsable con la emisora
ante los tribunales, tiene el derecho y la obligación de aclarar - aunque a
algunos que esgrimen “códigos” peligrosamente parecidos a los de las barras
bravas no les guste o les parezca “exagerado”– que no es autora de ese texto
incluido en su obra y que reniega absolutamente de él.
Ojalá este derecho ejercido libre
y democráticamente no implique para ella una amenaza futura a su carrera, porque
en ese caso estaríamos ante un hecho mucho más grave y desgraciado aún. Algo
verdaderamente siniestro e inaceptable.
Argentores, como sociedad de
gestión de derechos de la obra Educando a Nina, hace propias las palabras de la
autora, la apoya en este momento e insta a productoras y emisoras , una vez
más, a respetar el trabajo de los autores, que no es otra cosa que cumplir con
las leyes vigentes.”
Opina Sergio Vainman, Presidente del Consejo de
Televisión: “No hay autores de primera y autores de categoría inferior”
“El autor conserva sobre la obra el derecho a exigir la
fidelidad de su texto (art 52/ ley 11723)”
“Durante el desarrollo de una
entrevista a la autora televisiva Claudia Bono, después de pretender establecer
una tajante diferencia entre autores y colaboradores autorales, se dijo en
relación a esta diferencia: “... definiendo en función de la calificación que
da la propia producción...” refiriéndose a la manera en que la producción
ordena y emite la gráfica con los créditos del programa, como si existieran
autores de primera y autores de categoría inferior.
Es bueno recordar, más allá de
calificaciones que surgen de fuentes no autorizadas, que la ley 11723, que rige
la propiedad intelectual y los derechos autorales en nuestro país desde el 28
de octubre de 1933, en su artículo 16 dice textualmente: “salvo convenios
especiales, los colaboradores de una obra disfrutan derechos iguales”. No
existe, pues, categoría alguna entre autores en colaboración. No hay primeras,
segundas ni cuartas. Hay autores que trabajan en colaboración en una obra de
carácter indivisible.
Por lo tanto, para la ley - y por
ende para Argentores, la sociedad de gestión de derechos que administra estas
obras audiovisuales - todos aquellos que participan de la tarea autoral son
considerados autores, independientemente de cuál sea el aporte en términos
cuali o cuantitativos, el lugar donde figuren en los créditos del programa, la
calificación que se haga de ellos o qué opine la producción al respecto. No
existe producción ni productora audiovisual en la Argentina – afortunadamente –
que esté por encima de la ley.
De tal manera, es conveniente
también recordar que las consideraciones que la señora Bono, ejerciendo su
legítimo derecho moral, haga acerca del uso de su obra y sobre todo de su
tergiversación, su alteración no autorizada y la modificación arbitraria que
hagan de ella, son plenamente válidas.
La señora Bono goza de los mismos
derechos que todos los demás autores de “Educando a Nina” y, tal cual reza el
artículo 52 de la mencionada ley: “el autor... conserva sobre la obra el
derecho a exigir la fidelidad de su texto”.
No podemos pretender que todas
las personas conozcan las leyes en profundidad porque no es su ocupación
específica, pero tratándose de una entrevista donde lo que está en discusión es
el derecho que asiste a una persona a reclamar aquello para lo cual está
autorizada por la ley, sería deseable que antes de emitir opiniones taxativas
sobre cuestiones tan delicadas, se buscara al menos la información básica que
permita no cometer errores que confunden al público y terminan siendo
funcionales a los que atacan a los derechos autorales.”
Bucky Butkovic
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Jefa de prensa
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12.10.2016
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