Volver a la
prehistoria.
Argentores repudia este nuevo ataque a la cultura.
El mayor riesgo de regresar a la Prehistoria es, sin duda, mirar el futuro
con la nuca y perder el rumbo.
Reformar por decreto la estructura y el funcionamiento del Instituto
Nacional de Teatro y convertirlo en una repartición centralizada, dependiente
en todo de la Secretaría de Cultura –apéndice de la Secretaría General de la
Presidencia– significa volver a los tiempos de la corte absolutista donde el
soberano decidía a su antojo y capricho sobre el destino de los artistas, según
le cayeran bien o mal, según su humor, su ideología o su conveniencia política
coyuntural.
Los grandes avances que tuvo la actividad al disponer de un instituto
descentralizado, con autarquía económica fondeada por una asignación específica
proveniente del sector cultural; su federalismo comprobado en años de práctica
virtuosa en todas las latitudes del país; así como su estructura esencialmente
democrática, han sido borrados de un plumazo con el decreto que acaba de firmar
el Presidente de la Nación.
Es, por lo tanto, una regresión a tiempos prehistóricos que fueron
superados por un movimiento y una oferta teatral únicos e irrepetibles,
compartidos por cada uno de los estamentos del quehacer dramático y admirados
por todos los países desarrollados.
Como representante de todos los autores y autoras teatrales, que
encontraron en la actividad constante del INT una fuente de trabajo genuina y
una forma de expresión libre y democrática, ARGENTORES expresa su profundo
repudio a este nuevo ataque a la cultura de la que somos parte.
Junta Directiva de Argentores.